MUSEO TAVA JAGUARU EN LA CIMA DEL CERRO

Emplazado en la cima del Cerro Yaguarón, este museo nos ofrece la oportunidad  de conectar con nuestro pasado indígena como tava ancestral y en un espacio  importante para la cultura y la historia local.

Técnicamente el Museo Tava Jaguarú es un centro de interpretación cultural,  porque como museo no expone elementos u objetos propios o colectados  remanentes de una civilización o pueblo desaparecido, sino nos ilustra a través de  reproducciones contemporáneas, elementos de una cultura que aún se encuentra  viva y de la que se han tomado artísticamente sus aspectos resaltantes para  entretejer el pasado indígena de la ciudad de Yaguarón.

El Encargado de la creación y montaje del museo es el reconocida artista plástico  Luis Delgado, financiado íntegramente con fondos de la Municipalidad de  Yaguarón, quien ha diseñado la mayor parte de las piezas reproducidas de textos  históricos y etnográficos a modo de recrear los usos y las costumbres de los  indígenas, las piezas cerámicas son creaciones del Colectivo de Mujeres  Alfareras Nativas de Caaguazu’í de liá3 según el creador del espacio, el mismo  tiene como objetivo «Valorar más nuestras costumbres como paraguayos y que a  la vez sirva como un nuevo atractivo no sólo de la ciudad, sino a nivel nacional»

El museo fue construido en el año 2020, con karanda’y, traída de los palmares chaqueños, toda construida del mismo material, está dividida en tres salas que permiten recorrer la herencia ancestral indígena de Yaguaron, este espacio pedagógico posee piezas tales como arcos, utensilios gastronómicos, equipamientos de los dormitorios, unos murales que relatan a través de las artes visuales la vida de los indígenas, las actividades artísticas y recreativas y las costumbres alimenticias.

El Museo Tava Yaguarú encierra en si tres elementos muy importantes: el acercamiento para conocer nuestra cultura indígena ancestral que sigue  persistiendo en este distrito a través de la banda Peteke Peteke; juegos de niños  con destrezas y habilidades, y la revalorización de la cultura indígena, que con  elementos propios de la cacería, la pesca, la hilandería y alfarería especialmente  en el uso de los utensilios domésticos.

El Museo esa separado en tres salas la primera, denominada de la «Herencia» en  la que se pueden ver ilustrados a través de murales a la banda Peteke Peteke,  cuyo grupo musical ancestral tiene más de 300 años de formación y ha persistido de generación en generación, unos indígenas en actividades de preparación de  pigmentos naturales y niñas con sus juegos y recreación.

La segunda sala de la «Sociedad y Economía Indígena» que establece un diálogo  con las actividades productivas, herramientas de caza y pesca, objetos de  recolección e hilado, cestería y atributos de poder político y de ritualidad religiosa y  espiritual conforman este espacio que nos permiten asociar los usos y las  costumbres de los indígenas con nuestras propias costumbres y usos.

La tercera que es la «Sala de la Alimentación y Consumo Ancestral» sirven para  reproducir una antigua cocina, «un tataypy» en la que a través de las elementos  alimenticios nos es posible conectar con la alimentación tradicional paraguaya, así  como también de los granos, cereales, frutos y vegetales que formaban parte de  alimentación sostenida en la recolección, la caza, la pesca y en la producción de  maíz, poroto, mandioca, zapallo, entre otras y de la yerba mate y el algodón, del  conocimiento en el uso y propiedades de las plantas medicinales que nos  remontan a la vida de los aborígenes de la cual hemos tomado sus principales  fuentes de consumo y con las que compartimos el vínculo común del respeto a los  ciclos del tiempo, las fases de la luna y las estaciones del año para la siembra, la  cosecha, los ritos y fiestas que nos caracterizan como yaguaroninos.  Guión redactado por Walter Fernando Díaz Ayala

 

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